Retablo en madera - Noche estrellada digital

“La noche estrellada” de Vincent van Gogh es una de las obras más famosas y evocadoras de toda la historia del arte, pero también una de las más personales y dolorosamente íntimas del artista. Su historia está profundamente ligada al estado emocional y la vida de Van Gogh en sus últimos años.

Van Gogh pintó La noche estrellada en junio de 1889, mientras estaba internado voluntariamente en el manicomio de Saint-Paul-de-Mausole, en Saint-Rémy-de-Provence, Francia.
El artista había sufrido una fuerte crisis emocional meses antes (incluyendo el famoso episodio en el que se cortó parte de la oreja), y decidió internarse para recibir tratamiento.

Durante su estancia, tenía permiso para pintar, aunque no siempre podía hacerlo al aire libre. Desde su habitación, Van Gogh observaba el paisaje que rodeaba el sanatorio: colinas ondulantes, cipreses oscuros, un pueblo que no existía exactamente como lo pintó, y un cielo inmenso lleno de movimiento.

Aunque la obra parece un paisaje realista, La noche estrellada es una interpretación emocional, no un registro exacto.

• Van Gogh pintó el cielo desde su memoria y su imaginación, mezclando observaciones reales con elementos simbólicos.

• Los remolinos, espirales y estrellas gigantes reflejan su intensidad emocional y su deseo de encontrar consuelo en la naturaleza.

• El ciprés oscuro simboliza tanto la muerte como la conexión entre lo terrenal y lo celestial.

Al principio, ni Van Gogh ni los críticos valoraron demasiado esta obra:

• Van Gogh escribió a su hermano Theo que la pintura era un “fracaso” y que había “forzado demasiado el estilo”.

• Sus contemporáneos preferían sus paisajes más realistas.

Nunca imaginó que más adelante sería considerada un ícono universal de la pintura.

La noche estrellada se interpreta a menudo como:

• una ventana a la psique turbulenta de Van Gogh,

• una expresión poderosa de su sensibilidad emocional,

• una obra que combina ciencia (movimiento del viento, turbulencia) y poesía visual,

• y un símbolo del vínculo entre el ser humano y el universo.

Actualmente se encuentra en el Museo de Arte Moderno (MoMA) de Nueva York.