Retablo en madera - Dualidad

Nos encontramos ante una obra que explora con una potencia simbólica extraordinaria la dualidad entre lo terrenal y lo cosmosférico. En el centro de la composición, un hombre semidesnudo asciende por una cuerda vertical, suspendido entre dos realidades que parecen dividirse con una exactitud metafísica: a la izquierda, un cielo azul poblado de nubes suaves, y a la derecha, un abismo de espacio estelar salpicado de luces lejanas.

El cuerpo del hombre, tratado con un realismo que roza lo heroico, despliega una tensión muscular que transmite tanto esfuerzo como rendición. Sus brazos abiertos sugieren un gesto de entrega, un reconocimiento del vacío que lo rodea. La cuerda, única conexión entre ambos mundos, se convierte en un símbolo de tránsito, de liminalidad, de aquella frontera invisible entre lo conocido y lo infinito.

La obra invita a reflexionar sobre la condición humana: el constante ascenso hacia lo desconocido, la atracción simultánea hacia la luz y la oscuridad, la búsqueda de sentido entre lo material y lo trascendental. Este diálogo entre opuestos convierte la imagen en un manifiesto visual profundamente existencialista y poético.